10 de agosto de 2010

dia a dia

 Vivo el día a día, como un taxímetro contando los segundos para que llegue algo quizás extraordinario que me saque de la monotonía, de este sosegado páramo en el que me encuentro. El sol y la luna se asoman a mi poco concurrida ventana con una frecuencia tal que realmente me resulta difícil a veces diferenciar día de noche, sueño de realidad y pesadilla.

Mis pensamientos, tan ilógicos, se abren paso asomandose de improviso y me asechan, como si hubieran sido enviados por un estraño sortilegio de alguna perdida dimensión platónica… mas tristemente y a mi pesar, me hacen sospechar de algún trastorno psiquiátrico o que sucumbí por descuido mío a los achaques propios de la soledad a alguna extraña fiebre de “hermitañedad”, será quizás por eso que ahora no me baño a diario y lo que es peor, no me molesta... y ya no me maquillo (claro que debo confesar que siempre me da fatiga hacerlo pese a que me deja mas decente la cara) y debo de admitir que da lo mismo levantarme o no de mi cama. Si  decido levantarme,  me visto, claro, si hoy no me toca bañarme, con lavarme la cara basta... ya casi nada de mi ropa me queda bien, ahora ni las medias concuerdan de color... pero, acaso importa? si nadie las ve... y me apresuro a salir, aunque nunca se cual es el apuro.

Los días se me hacen monótonos entre combis, combis, combis... bocinas, ruido, calles, intersecciones, bocinas, mas calles... orinadas, basura, caca, gatos y combis; ay!, para qué carajo me levante!!!. Sé que es tarde, siempre lo es y sin querer recuerdo a Sabines en mi mente (... es tarde y tu sabias que decía, te amo), acá, nadie sabe nada, todos están tan apurados pensando en el trabajo, la combi, el tráfico, la bocina y la hora, de lo demás poco importa. Yo solo sé que es tarde, y sé que tu tampoco ya lo sabes. Pero bueno, escuchando quizás a Rubén Blades en la "combi" (... y la vida te da sorpresas...) se me pase en algo la melancolía, o por lo menos me olvide de Sabines, por el momento.

24 de julio de 2010

24 de noviembre de 2009

LAVANDO PLATOS

Recogí uno a uno los platos

Y los amontone delicadamente

Como alguna vez lo hice con todos tus recuerdos

Retire los desperdicios, con prolija paciencia

de modo que fuera más sencillo limpiarlos

como alguna vez lo hice con los restos

inservibles y malgastados

de esos tus besos y tus tantas caricias.



Deje correr el agua, fría… helada, pero transparente

Como aquellas lágrimas que derramaron

Incesablemente mis ojos

Entonces tome una esponja

Vieja y estropeada… y la exprimi fuertemente, con rabia

Así como tú tomaste mi corazón en tus manos

Y sin titubear, lo dejaste sin gota alguna de ilusión

Despedazándolo.



Esparcí de modo exagerado el detergente, malgastándolo

Hasta cubrirlo todo, como esparcía mis caricias por tu cuerpo

Sin dejar de cubrir los rincones jamás tocados de tu alma

Sobe, lave y refregué cada plato uno a uno

para no dejar mancha, huella o vestigio alguno

Para eliminar toda la mugre, la inmundicia…

como lo intento a diario hacer con mi vida

para lavarte del recuerdo y enjuagarte de la memoria

mientras que sin mucho alarde y bastante desaliento,  me animo

Y lavo los platos

11 de abril de 2009

CORAZON BATALLA

De que me sirve un corazón novicio
que bata a un ritmo galopante, incesante
sin abruptos, sin pausas, sin peros
un corazón ajeno, inculto... indiferente al amor

De que me sirve?

Preciso, de un corazón quebrado, si! roto
entre mas agrietado mejor,
que lata por milagro, degollado... contraido
Zurcido, pero al fin de cuentas, VIVO!
como un héroe de guerra
un corazón batalla

Un corazón que luche por la certidumbre
y más por la incertidumbre, de querer
que dedique cada latido a reforzar
los remaches de esta sinrazón.

Que sin importar si sale victorioso
simplemente marche hacia adelante, vacilante
rumbo a una siguiente guerra
por su propia convicción
a luchar por otro corazón terco
pero batalla al fín



10 de abril de 2009

ESCAFANDRA

impermeable, encerrada en mí

sumergida en mí

escapada de mí realidad

in-transeúnte, incivilizada, incógnita

yo, conmigo
NOSOTROS LOS DE ENTONCES, YA NO SOMOS LOS MISMOS (Jorge Manrique)